dimarts, 5 de febrer del 2008

Por qué Isaura

Siempre me costó entender por qué a veces los seres humanos hacemos cosas en contra del sentido común. Ahora que ya las canas pugnan por colonizar mi cabeza- las preocupaciones, que decía mi padre-, entiendo un poco mejor cómo funciona este mundo tan absurdo. E intento aportar mi grano de arena para que cobre un poco más de sentido.
Me explico.
Hace cuatro años conocí a una joven mujer de izquierdas que venía del mundo sindical y que se presentaba a las elecciones generales. Fui coincidiendo con ella en diferentes actos, sobre todo en los relacionados con el activismo LGTB en València (por aquel entonces yo llevaba unos meses como portavoz del Col·lectiu Lambda). Debo admitir que tenía algo que la hacía diferente de otros políticos, y no sabía el qué.
Han pasado cuatro años y ya encontré la respuesta: todo.
Vivimos en un Estado donde está instalada una clase política que se cree de otro planeta, que sólo pasea por nuestras calles cuando se acercan las elecciones. Políticos que nunca te atienden, o lo hacen corriendo, sobre todo cuando el olor a sobre y papeleta se va acercando. Muy pocos y pocas están viviendo tu día a día, muy pocos dan la cara por los ciudadanos, muy pocos, muy pocas, sobre todo en este complejo País Valenciá que es mi hogar.
Excepto esa mujer, Isaura Navarro. Su fuerza, su compromiso, su constancia, su eficacia, su capacidad de entrega, su empatía, su cercanía, su preparación... Siempre al otro lado del télefono o del correo electrónico. Siempre dispuesta a escucharte en la manifestación, en donde coincidieras. A apoyar tus reivindicaciones, a indagar. Ella sola ha hecho más en estos cuatro años que decenas de diputados juntos. Y encima, bien.
Posiblemente sea esa madera única que tiene la que le cueste tantas envidias disfrazadas de disputas ideológicas enrevesadas. Porque, como estas canas me van enseñando, la brillantez se paga cara en este mundo. Y a veces se prefiere sacrificar el éxito seguro de quien ha demostrado su valía por motivos que escapan de la lógica, del sentido común que antes mencionaba.
Como ha sido en esta ocasión.
No pienso entrar a debatir o valorar lo que ha pasado con Esquerra Unida. Sólo quiero hablar de futuro, de una nueva era para la izquierda que tanto tanto tanto anhelamos muchas personas en este país.
Isaura es uno de esos rostros de futuro. Una líder que respeto profundamente, porque se lo ha ganado con sus actos.
Por eso estoy hoy aquí, alimentando con Sergi una ilusión: apoyar el futuro que ha demostrado ser posible. Y, por supuesto, dando a Isaura una pequeña parte de todo lo que ha hecho ella estos años por lesbianas, gays, transexuales y bisexuales en el Congreso.
Creo en ella. Creo que es imprescindible que volvamos a contar con ella en el Congreso. No sólo los y las valencianas. Sé de gente de otros lugares que les encantaría poder votar aquí para hacerlo por Isaura, por esa coalición que por fin nos engloba a un sector numeroso de la izquierda.
Así pues, de aquí al 9 de marzo, estaremos tejiendo nuestras ilusiones de cambio en este blog y en la calle. Si quieres unirte, bienvenido/a seas. Si vienes a soltar mala energía, hazme un favor. Dirígete a quien está destruyendo el País Valencià y a quien pretende volver a meternos en el armario, que, por si no lo sabías, se llama Partido Popular.
Un fuerte abrazo,
Carmen G. Hernández